KronoSalud

Alcoholismo | Atlas de la Salud

Alcoholismo
También conocido como:

Dependencia del alcohol; Abuso del alcohol (consumo excesivo de alcohol); Problemas con la bebida; Problema de la bebida; Adicción al alcohol; Alcoholismo – Uso de alcohol.

Es un padecimiento que genera una fuerte necesidad y ansiedad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestándose a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga. ​ Se considera como una enfermedad crónica, progresiva y mortal al igual que otras drogodependencias.

Causas

Hasta el momento no existe una causa común, aunque varios factores pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo. Por lo tanto las evidencias muestran que quien tiene un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad, una puede ser el estrés o los problemas que tiene la persona que lo ingiere.

Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima y aceptación social del consumo de alcohol.

Los pacientes alcohólicos suelen presentar hasta en un 80 % de los casos otros trastornos psiquiátricos asociados, por lo tanto, son considerados como pacientes con patología dual.

Sintomas

Para determinar que una persona es alcohólica debe presentar alguno de los siguientes síntomas de forma continua durante un tiempo:

  • Deseo intenso de beber alcohol.
  • Falta de control sobre el consumo de alcohol, referido tanto a la necesidad de empezar a beber, como a la incapacidad para suspender o reducir este consumo.
  • Bebe cuando está solo, y trata de ocultar su conducta a las personas de su entorno.
  • Síndrome de abstinencia cuando no se consume, que se caracteriza por un malestar físico intenso que el paciente intenta aliviar bebiendo.
  • Tolerancia. Esto implica que el individuo necesita consumir mayor cantidad de alcohol para lograr los mismos efectos.
  • Lapsus o lagunas en la memoria.
  • Interferencia en la vida cotidiana: por ejemplo aparece un abandono progresivo de otras fuentes de placer, se descuida el aspecto personal, disminuye el rendimiento laboral o académico, o se emplea mucho tiempo para conseguir alcohol o recuperarse de sus efectos.
  • El consumo de alcohol persiste con independencia de sus consecuencias físicas (como el daño hepático o la desnutrición), psicológicas (depresión, ansiedad), del deterioro cognitivo, o de las repercusiones que tenga sobre la actividad laboral, las relaciones familiares y sociales, etc.

Tratamiento

La mayoría de las personas con trastorno por consumo de alcohol pueden encontrar ayuda con alguna forma de tratamiento. Estos incluyen medicamentos y terapias conductuales. Muchas personas obtienen un mejor resultado recibiendo ambos tratamientos. Las personas que reciben tratamiento por trastorno por consumo de alcohol también pueden beneficiarse al asistir a un grupo de apoyo como Alcohólicos Anónimos (AA). Si usted tiene el trastorno y una enfermedad mental, es importante conseguir tratamiento para ambos.

Algunas personas pueden necesitar un tratamiento intensivo para este trastorno. Por ejemplo, pueden internarse en un centro de tratamiento de rehabilitación residencial, donde el tratamiento es altamente estructurado. En general, incluye varios tipos diferentes de terapias conductuales. También puede incluir medicamentos para la desintoxicación (un tratamiento médico para la abstinencia de alcohol) y/o para tratar el trastorno por consumo de alcohol.

Prevención

Debe iniciarse en la adolescencia o incluso antes. La recomendación es no beber nada de alcohol antes de la edad adulta. Para fomentar la abstención alcohólica es fundamental la actitud de la familia del menor; así hay padres que no quieren que sus hijos beban pero consumen bebidas alcohólicas con frecuencia en presencia de sus hijos, o hacen comentarios sobre “cuánto bebían de jóvenes”. Esta conducta         pro-alcohol puede hacer que el joven considere que el consumo de alcohol es algo normal y deseable en algunas ocasiones (por ejemplo cuando se está con amigos).

En segundo lugar, es preciso informar al adolescente sobre las consecuencias reales del alcohol. Afortunadamente cada vez son más los jóvenes que conocen los efectos del alcohol y las graves consecuencias que puede tener sobre su salud y su calidad de vida, pero si no se acompaña de medidas efectivas de prevención, la información no es suficiente.

Por eso, un tercer pilar fundamental para evitar la adicción, será dotar al adolescente de las estrategias necesarias para eliminar los factores de riesgo que le pueden inducir a consumir alcohol, como mejorar su autoestima y sus habilidades sociales. En este sentido, será fundamental también ayudar al joven a soportar la presión del grupo y mostrarle formas alternativas de diversión.

Galería

Referencias

American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing. 2013.

Centers for Disease Control and Prevention; National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion. CDC vital signs: alcohol screening and counseling. Updated January 7, 2014.  Accessed March 17, 2016.

Moyer VA; Preventive Services Task Force. Screening and behavioral counseling interventions in primary care to reduce alcohol misuse: U.S. preventive services task force recommendation statement. Ann Intern Med. 2013;159(3):210-218. PMID: 23698791.

National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism. Alcohol use disorder.  Accessed March 17, 2016.

Sherin K, Seikel S, Hale S. Alcohol use disorders. In: Rakel RE, Rakel DP, eds. Textbook of Family Medicine. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 48.

Última revisión 1/31/2016

Versión en inglés revisada por: Laura J. Martin, MD, MPH, ABIM Board Certified in Internal Medicine and Hospice and Palliative Medicine, Atlanta, GA. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Isla Ogilvie, PhD, and the A.D.A.M. Editorial team. Editorial update 8/15/2016.